martes, 11 de diciembre de 2012

Naturaleza


Has nacido. ¿Qué esfuerzo realizaste para nacer?
Creciste. ¿Qué esfuerzo realizaste para crecer?
Respiras. ¿Qué esfuerzo realizas para respirar?
Todo se mueve por sí mismo, entonces, ¿para qué preocuparse?
Que la vida fluya por sí misma y entonces estarás en un continuo soltar.
No luches y no trates de ir contracorriente, ni siquiera intentes nadar; solo tienes que fluir con la corriente y deja
r que esta te lleve allí donde se dirija.

Sé una nube blanca moviéndose en el cielo… sin objetivo, sin ir a ninguna parte, solo flotando. Este flotar es la flotación esencial.
Sé natural. Hay que evitar todo lo antinatural. No hagas nada que sea antinatural.
La naturaleza es suficiente, no puedes mejorarla, pero el ego dice: no, sí que puedes mejorar la naturaleza; esa es la razón de la existencia de la cultura.
Cualquier esfuerzo por mejorar la naturaleza es cultura, y toda la cultura es como una enfermedad; cuando más culturizado está un hombre, más peligroso es.

Imaginacion

A lo mejor un tonto soy
por esperar una inexistente situacion.
Por esperar que un espejismo se enamore
de un loco corazon.

martes, 20 de noviembre de 2012

Errores

Se supone que los errores son para aprender en el futuro, pero cuando los errores se repiten mil veces es porque uno es realmente pelotudo. Bueno, ese es mi caso. Soy un pelotudo que se da cuenta de las cosas cuando esta a punto de arruinarlo todo. Tendría que tener un detector para darme cuenta como es la gente y como me usa.
Después me dicen que estoy más frío, después me preguntan por qué tengo cara de culo. Ahí esta la respuesta: YA NO CONFÍO EN NADIE, YA TODO ME LASTIMA Y TODOS ME DECEPCIONAN.

Soy

Soy lo que soy.

Soy la tierra bajo tus pies, te sostengo y tu me acaricias.
Y mas abajo soy la arena y la roca. Soy denso y soy fluido. Soy el río, el lago y la montaña. En lo profundo soy el magma y los metales fundidos del núcleo del planeta. Desde el elemento mas pesado a la partícula mas ligera, cada átomo soy.

Sobre la tierra, soy la hierba sobre la que descansas, y mas allá soy el árbol,
el bosque, las flores que te despiertan los frutos que te sacian. Soy todos los animales desde el insecto a la ballena azul. Cada célula, cada microorganismo, toda la vida que colabora. Todo el Amor que late en los corazones.


Soy el aire que se respira y el que te envuelve. Las nubes que pasan, el viento que las lleva. El rayo y el trueno. Soy la tormenta y soy la calma. Soy el pensamiento que mueve las ideas, también soy la paz que las deja reposar.

Soy el Sol y la Luna, soy el Padre y la Madre. Allí soy Júpiter, allá soy Saturno, cuando vuelvo soy un cometa, cuando me estremezco una estrella fugaz. Soy la Vía Láctea y me derramo, soy las galaxias y su danza eterna.

Soy el Universo, soy Lo Creativo. Soy la luz y la oscuridad.

Y ahora te señalo a ti, y me señalo a mi. Porque yo soy tu.

Dime si ahora te atreves a Ser lo que Eres.

sábado, 13 de octubre de 2012

Maravillas

- ¿Quién eres tú? -dijo la Oruga.
- Apenas sé, señor, lo que soy en este momento... Sí sé quién era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces.
- ¿Qué quieres decir con eso? -preguntó la Oruga con severidad-. ¡A ver si te aclaras contigo misma!
- Temo que no puedo aclarar nada conmigo misma, señor -dijo Alicia-, porque yo no soy yo misma, ya lo ve.
- No veo nada -protestó la Oruga.

~La Oruga a Alicia, Alicia en el país de las maravillas.~

- - -

- ¿Sabes? ¡Yo también pensaba que los unicornios eran monstruos fabulosos! ¡No había visto hasta ahora uno vivo!
- Bueno, ahora que los dos nos hemos visto mutuamente -dijo el unicornio- si tú crees en mi, yo creeré en ti.

~El Unicornio a Alicia, Al otro lado del espejo.~


 - - -
 
- Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca.
- Oh, eso no lo puedes evitar. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
- ¿Cómo sabes que yo estoy loca?
- Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.

~El Sombrerero a Alicia, Alicia en el país de las maravillas.~
 

Asfixia

Fue entonces que se asfixio con las palabras que nunca dijo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Flexibilidad

Sin un cuerpo flexible la mente no será flexible, y viceversa.

Cuando una persona está viva, es blanda y flexible. Cuando está muerta, se vuelve dura y rígida. Cuando una planta está viva, es blanda y tierna. Cuando está muerta, se vuelve marchita y seca. Por ello, lo duro y lo rígido son compañeros de lo muerto: lo blando y lo flexible son compañeros de lo vivo. Así pues, un ejército poderoso tiende a caer por su propio peso, al igual que la madera seca está lista para el hacha. Lo grande y poderoso será colocado abajo; lo humilde y débil será honrado.

Vuelo

Cuanto más se eleva uno, más pequeño les parecemos a los que no saben volar.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Ilusiones

Él exigió la realidad de un mundo ilusorio. Amor, un absoluto que nunca podría entender.

Milagro

Ese milagro que es la música cuando nos dejamos caer.

Anormal

La única anormalidad es la incapacidad de amar. Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo. Libre o no libre, casado o soltero, heterosexual u homosexual, son aspectos que varían de cada persona. Hay quienes son más expansivos, capaces de varios amores. No creo que exista una única respuesta para todo el mundo.

sábado, 18 de agosto de 2012

Inadaptado

No me voy a adaptar al mundo. Me adapto a mi mismo.

Locura

No es locura. Es un esfuerzo para superar las rigideces y los patrones hechos por la mente racional.

Axiomas

La persona que llega es la persona correcta. Es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido. Nada, pero nada,

absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe él: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

En cualquier momento que comience es el momento correcto. Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará, LO QUE ES PARA UNO ES PARA UNO Y NADIE MAS VA A DISPONER DE LO QUE ES PARA TI.

Cuando algo termina, termina. Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Luna

Él era como la luna, una parte de él siempre estaba oculta.

Cero a la izquierda

Que frágil es mi mundo de nuevo.
Esa es la base de mi soledad.
Que fácil es señalarme con el dedo
y yo sin poderte mirar.

Style

Being gay isn't a lifestyle, it's a life with style.

Laberinto

Si yo fuera un espacio, sería un laberinto. Las paredes estarían formadas por arbustos verdes, que siempre estarían bien recortados, y tendría un prolijo sendero de piedra. Pero también tendría muchas vueltas: sería un laberinto de los complicados, donde es difícil avanzar y también volver para atrás. Sería muy fácil caminar por varios pasillos los martes y los miércoles, por ejemplo, creyendo que
se va por buen camino, y descubrir que se está perdido otra vez los jueves y viernes. O sentirse confiado los sábados, para volver a perder la esperanza el domingo.

Mi laberinto, o mejor dicho, el laberinto de mi, estaría al aire libre, no tendría techo. Se podría ver la luna y las estrellas de noche, sentir el calor del sol de día y dejarse mojar por la lluvia en una tormenta. En algunos cercos crecerían flores perfumadas, pero en otras secciones habría matorrales espinosos. Tendría secciones olvidadas, cubiertas de telarañas y polvo, y otras resplandecientes y con bancos en los que uno quisiera quedarse al menos por un tiempo. Quedarse sentado no es posible, hay que seguir avanzando.

El laberinto no tiene salidas, solamente tiene varias entradas y un centro. El objetivo es llegar al centro, no salir. Del laberinto no se sale, sólo se queda perdido, olvidado en el camino. Nadie sabe muy bien con qué se va a encontrar en el centro. Lo que hay ahí es aún más misterioso que la manera de alcanzarlo. Muy pocos llegan al centro; algunos sólo alcanzan a vislumbrarlo de lejos.

No sé si llegar al centro compensa tanto esfuerzo. Lo que cuenta es hacer el intento.

Optimismo

A veces se produce un momento patético pero agradable en el que pienso que mis sueños pueden hacerse realidad.

Alas

Cuando te encuentres acurrucado en el aislamiento y la desesperación y no puedas encontrar la manera de salir de la oscuridad, recuerda que esto es similar al lugar donde estan las orugas mientras crecen sus alas.

Silencio

Contar ciertas cosas es permitir que se mantengan vivas en la mente de los otros, y creo que lo más conveniente es dejarlas morir en nuestro interior. En silencio.

Heredero

Soy el hijo y el heredero
de una timidez que es criminalmente vulgar.
Soy el hijo y el heredero
de nada en particular.

Tú cierra la boca.


Cómo puedes decir
que hago las cosas de manera equivocada?
Soy un humano y necesito ser amado
igual que todos los demás.

Miedos

Todo lo que puede decir es que no tengo miedo del mundo que tratado de alejar.

martes, 10 de julio de 2012

Espejismo

A veces los límites de la realidad se desdibujan. A veces quedamos atrapados en las fronteras de lo cierto y lo soñado. A veces, formamos parte del espejismo.

Fracaso

Dicen que cuando dejas de esforzarte comienza el fracaso…En ese caso, por hoy ya tuve suficiente de esta decepción, tal vez el miedo a decepcionarme más o el miedo al fracaso es lo que me hace mantenerme todavía en pie, a pesar de los continuos desengaños, pero es así, aca estoy, decepcionado, inmutable y con un pequeño resquicio de esperanza.

domingo, 24 de junio de 2012

Gracias

Gracias por escucharme
Gracias por verme y por no dejarme
Gracias por estar conmigo
Gracias por el silencio conmigo
Gracias por sostenerme y decirme que yo podría ser
Gracias por ayudarme
Gracias por romper mi corazón
Gracias por desgarrarme
Ahora tengo un fuerte, fuerte corazón.

Deseo

Bendita soledad
que llevo en secreto
disimulando la tristeza
y mi ansiado deseo.

sábado, 16 de junio de 2012

Sangre




 Sangre que no se elije pero se lleva. Sangre que te nutre y se revela. Sangre que te marca y te condena...

Creacionista

Él pinta con gotas y luz un mundo que sólo existe en su corazón añorante.

viernes, 15 de junio de 2012

Exceso

A exceso de sufrimiento, exceso de noche y de silencio.

Miradas

Una luz pálida se asomaba en la ventana, como tratando de ver lo que ocurría. Hacía frío. Él estaba sentado en el suelo, observándolo, abandonado en su mirada y nada más. Sus ojos se habían sumergido en el espacio que quedaba entre los azulejos mugrientos del piso y el infinito supuesto detrás de ellos, con ese mirar perdido de alguien consumido en sus fantasías, absorto, desenfocado de este mundo. Parecía que el alma se le estuviera saliendo a través de la pupila, que apenas algo le quedara de ella en aquel cuerpo. Solo su respiración leve y casi ahogada, uno que otro parpadeo, recordaban que aquello aún tenía vida.

Al menos había parado de llorar. Aquel cuadro habría sido aun más deprimente. Quizás él era el único que podía entender lo que lo desgarraba, la inmensa angustia que le trituraba ese poquito de alma. Apoyaba su mentón sobre las rodillas, tratando de abrazarse las piernas como un último consuelo. Detrás de aquella mirada habían comenzado a arremolinarse los recuerdos de unos tiempos diferentes, de momentos en los que en el aire podía olerse cierto polen de felicidad, o al menos de alegría —que alguna diferencia tienen— o de quietud, de paz, tranquilidad, de lo que fuera. Seguramente el único consuelo en la memoria. Recordaba las tardes de basketball con su papá, privilegios algo escasos; las veces en que ayudaba a su mamá con el almuerzo y podía abrazarla sin temor a decirle que la quería; esas raras ocasiones en las que dejaba salir lo emocional sin importarle las miradas; las cotidianidades; los días en que podía andar libremente por su casa sin mayor temor, sin tanto acecho sofocante, porque había sabido camuflarse y pretender; aquellos amigos incondicionales, los que habían jurado ser para toda la vida, con los que había compartido tantas diversiones y reveses; aquellos días, aquella tranquilidad, aquel recuerdo que parecía ya haber muerto. Ahora cada rostro, cada memoria, se convertía en una mirada amenazando como fieras, y un par de lágrimas brotaron de sus ojos.

Solo un recuerdo quedaba ya en su mente. Una revista y un infierno desatado. Su papá furioso golpeando la puerta, entrando con violencia, agarrándolo de la camisa y gritándole «¡¿Qué carajos es esto?!» mientras lo arrojaba contra la pared y el puño alzado. Su mamá llorando, sin querer verlo nunca más. El amigo con quien había estado haciendo tareas solo observaba inmóvil sin entender nada de lo que pasaba. «¡¿Qué putas hacías con esta mierda?!» le seguía gritando el papá con la cara enrojecida por la ira. Él solo lo miraba paralizado de miedo. Su pesadilla más temida sucediendo. No podía creer que fuera cierto. Parecía que no importaba que su amigo todavía estuviera allí. Solo vio cómo el papá lo golpeaba sin alguna compasión y lo tiraba al suelo. El amigo logró ver la revista cuando el papá había terminado y se la lanzó a la cara. De inmediato le dio asco pensar que ese infeliz allí tendido alguna vez haya sido su amigo. «¡Te largas ahora mismo de esta casa! No quiero un maricón viviendo aquí», terminó de gritarle el papá mientras salía golpeando las paredes y la mamá le pedía al amigo que se retirase. Ya era demasiado tarde.

Se quedó allí en el suelo, todavía sintiendo los gritos, los golpes, los moretes palpitando y la sangre saliéndole por la nariz. Lloró. Lloró adolorido hasta el alma y preguntándose por qué había sido tan estúpido. Se quedó un rato ahogándose en su pena, en esa angustia densa que lo aplastaba. No pudo soportarla más. Se levantó, recogió apresurado y tembloroso algunas cosas, las que pudo meter en una maleta vieja, y salió de prisa de la casa aún con lágrimas en los ojos. Ni siquiera dijo adiós a sus papás, no quisieron ni mirarlo. Solo la maleta y unos pocos billetes ahorrados eran su compañía ahora.

Trató de buscar ayuda con esos "amigos incondicionales", pero la noticia ya había comenzado a dispersarse. Se encontró solo con puertas cerrándose y unos «Lárgate de aquí, maldito maricón», entre otras expresiones de asco y desprecio. Uno incluso salió impulsivamente de la casa y comenzó a golpearlo. Pelearon hasta que su nariz comenzó a sangrar de nuevo y el otro lo empujó diciendo «Aléjate de mí, pervertido de mierda». Estaba solo, con su mundo destruido, moretones en la cara, desfigurado y sangrando desde el alma, solo algo de dinero y sin tener dónde dormir. De todo lo que había sostenido su mundo: su familia, sus amigos, ahora solo le quedaba la repugnancia de sus miradas y el dolor. Todo desplomado en una sola tarde.

Apenas logró levantarse para caminar y buscar un lugar para pasar la noche antes de que oscureciera. Decidió ir a la casa de una tía, hermana de su mamá, que vivía a unas calles de distancia. Llegó y se encontró con unos ojos invadidos de tristeza. Le dio algo de dinero, y le dijo que se hospedara en un motel a tres cuadras de allí donde cobraban barato. «Ten cuidado».

Llegó al lugar. Estaba viejo y descuidado, la atmósfera se espesaba con el humo cargado del cigarrillo y los olores que no se sabe de dónde vienen, iluminada solo por unas luces moribundas, deprimiendo aun más el espíritu. Le dieron una habitación. El dinero apenas le alcanzó para una noche y tal vez algo de comer. Se sentó al borde de la cama desgastada y con olores más que humanos. Quedó en silencio. Se escuchaban los submundos rodeándolo al otro lado de los muros. Rompió en llanto. Hundió la cabeza entre las manos y se ahogó en su tormento. Todo su mundo destruido en un solo parpadeo. «¡¿Por qué?!», se preguntaba entre lágrimas. Nadie a su lado, nadie con quien contar. La más pura desolación. Un solo abrazo habría bastado para reconfortarle el espíritu quebrado. Ya era noche y solo la luz de la bombilla agonizante del lugar y la luz pública lo contemplaban, filtrándose en la habitación a través de las persianas a punto de caerse de la ventana. Al rato salió de la habitación hacia los demás mundos ocultos allá afuera. Volvió con un alivio. Un poquito de polvo blanco en el que se gastó lo que le quedaba de dinero. Quería olvidarse un momento de aquella soledad, del abandono y el dolor que le roía el alma. Se metió al baño, que por lo menos unos cuartos tenían uno propio, aunque estuvieran ya pudriéndose en detrito.

«¡Hijos de puta!» gritó como para sí mismo, para las paredes, para el vacío que lo rodeaba. «¡Cómo me echaron de la casa siendo su propio hijo!». Ya estaba en el suelo, bajo los efectos lenitivos del polvo y sus vapores. Se calmó, mirando al piso, los ojos desconectados del mundo, el dolor apaciguándose. Después de un tiempo, sin embargo, el llanto comenzó a subir de nuevo por su garganta, hasta salir en lágrimas que rompieron el silencio, uniéndose a la mugre de los azulejos del piso. Ahora no tenía a nadie.

Al despertar eran ya las diez y media de la mañana. La luz blanquísima y cegadora del sol le molestaba, aún sentía pesarle el sopor de las drogas, aletargado, una especie de resaca que lo hizo vomitar. Ni siquiera consideró ir al colegio, habría sido un suicidio atreverse a poner un pie en aquel ambiente tan hostil. Las miradas corrosivas se abalanzarían contra él, amenazando con apuñalarlo, y tal vez hasta llegarían a pasar de la amenaza. Sentía que, de todas formas, ya no tenía nada qué hacer allí. Debía irse del motel, solo había pagado por una noche. Se dirigió a un parque, a sentarse en una banca y ver cómo conseguía algo para comer. Al cabo de unas horas, cuando las entrañas comenzaron a retorcerse entre sus ácidos, decidió probar suerte acercándose a su casa. Tal vez sus papás se compadecerían, habrían suavizado sus ánimos y lo aceptarían de regreso. Pero solo encontró el mismo desprecio, el mismo asco, unos insultos y una puerta casi estrellándose contra su nariz.

Tuvo que regresar al parque. En el camino, pasó por una tienda, decidió entrar y se apresuró a tomar algo y salir corriendo lo más rápido que la fatiga y su maleta le dejasen. Serviría para calmar el hambre al menos un momento. «¡Detengan a ese ladrón!», gritó el vendedor al darse cuenta. Por fortuna, nadie lo atrapó y logró escapar y llegar al parque para comerse el pan y la manzana que había logrado coger. De nuevo, se quedó esperando la nada, viendo a la gente pasar, pensando en qué haría bajo la sombra de un árbol, que era el único que no respondía con hostilidad al desdichado. Tuvo que seguir soportando el hambre, la soledad.

Cuando comenzó a llegar el atardecer, la preocupación empezó a filtrarse entre la depresión pesada de su pecho. Necesitaría un nuevo sitio donde pasar la noche. «Me tocará dormir en esta banca». Se acomodó, sacó una chaqueta grande y dispuso su maleta como almohada. Se acostó mirando al cielo nublado por entre las hojas y ramas del árbol. Hacía algo de frío. A medida la noche avanzaba, en las esquinas del parque comenzaban a verse figuras peculiares merodeando, como seres de otro mundo subterráneo y nocturno. Él sabía bien qué eran. Las prostitutas iban, venían, se paseaban y esperaban, mientras el estómago se estremecía en el ardor. De alguna u otra forma tendría que buscar la manera de conseguir dinero y comida. Tal vez por su estado depresivo, por la necesidad y la desolación, por experimentar o la aparente conveniencia, decidió hacer algo más. Se levantó, se cambió de ropa allí en el parque, trató de asearse un poco con el agua de la fuente y se dirigió decidido hacia una de las esquinas. Las demás lo miraban con prepotencia y a la defensiva, como dejándole claro a la nueva competencia su sitio. Comenzaba a sentirse fuera de lugar. «No puedo creer que haya llegado a esto. ¿Qué estoy haciendo?». Las miradas y comentarios de las demás prostitutas y prostitutos comenzaron a disiparse entre la noche y las luces aletargadas del parque. Al cabo de un tiempo, un automóvil se acercó despacio y bajó la ventanilla. El hombre adentro echó un vistazo a quienes se hallaban cerca. Lo llamó con una seña. Él, pretendiendo experiencia o imitando gestos y maneras que había observado, se acercó con cierto titubeo al automóvil. No podía creer lo que estaba haciendo. Una conversación casi susurrada, su piel erizándose ante la tensión de aquel momento y la puerta del coche abriéndose. Entró. No le importó que su vida haya estado en tanto riesgo, al fin y al cabo, los golpes lo habían desensibilizado y ya no le importaba más.

El automóvil se dirigió al mismo motel en el que se había hospedado la noche anterior. Su corazón, el palpitar, la tensión, la piel eriza, el nerviosismo constriñéndole el alma. Llegaron, entraron a la habitación y los olores, y el hombre le ordenó que se quitara la ropa. Se fue despojando lentamente, poco a poco, de lo poco que le quedaba de su vida y dignidad. Esa sería su primera vez. Le faltaba poco más de un año para ser mayor de edad, y ya veía todos sus sueños siendo rotos aquella noche. Se sentía sucio. Nada memorable, nada suyo. Solo el dolor aún lo hacía sentirse vivo.

Pasó la noche, recibió el dinero. Pudo comer algo, pero necesitaría más para poder comer el próximo día. Así pasó los días siguientes, entre la soledad, el hambre, las sombras, la tristeza, la suciedad, las drogas y la prostitución. Aquello era ese mundo. Cada día se sentía más decaído, más al fondo de un fosa oscura. Su cara demacrada, su cuerpo violado y dolorido por la necesidad y el abuso necesario de los polvos y vapores, su único escape del infierno gélido en que se hallaba. Cada día más miserable. Después de trabajar se pasaba el resto de la noche sentado en el baño del motel, entre la mugre y la humedad nauseabunda del lugar, consolándose en las drogas y su llanto, mortificándose con los recuerdos de los días más amenos. Sin ninguna familia, sin ningún amigo ni el más mínimo apoyo de nadie. Se hería el alma entre sollozos y gritos ahogados en lágrimas. Un solo abrazo le había bastado.

A poco menos de un mes, después de haber intentado otra vez probar suerte con sus padres y encontrar la puerta cerrada, después de otra tarde de hambruna y otra noche de violación, se quedó de nuevo en el baño ahogando su desgracia. Ahora ya se inyectaba, ya el vapor no era suficiente para nublar la imagen de su miseria y su dolor. Había estallado en llanto como casi siempre, con el alma un poco más desgarrada. Lloró y lloró por varios minutos, hasta que el letargo narcótico lo sumió en aquel mirar absorto e inerte. Una luz pálida se asomaba en la ventana, como tratando de ver lo que ocurría. Hacía frío. Él estaba sentado en el suelo, solo observándolo, abandonado en su mirada y nada más. Parecía que el alma se le estuviera saliendo a través de la pupila, que apenas algo le quedara de ella en aquel cuerpo. Solo su respiración casi ahogada y uno que otro parpadeo recordaban su presencia.

Apoyaba su mentón sobre las rodillas, tratando de abrazarse las piernas como un último consuelo. Miraba las líneas de la argamasa entre las losas formando la cuadrícula. Con el despecho y el dolor en un suspiro, movió su brazo pesadamente, con las memorias sádicas arremolinadas en la córnea. Aquellas leves y vagas pulsaciones de vida hicieron que soltara las piernas y las dejaran gravitar, reposando en el suelo inmundo. Ya no lloraba, estaba ya vacío, no había ya nada más que ver más allá de la oscuridad sin vida en su pupila, ya no había más ningún reflejo del espíritu. Con aquel despecho se hería el alma, se hería el corazón y se hirió las venas. Su vida, ya casi toda afuera, terminaba de salirse por su piel. De la herida comenzó a brotar la sangre llena toda de zozobra y maldición, de aquello que lo hacía tan asqueroso. El suelo quedó todo cubierto de aquel rojo oscuro, ayudándose de las líneas de la cuadrícula para avanzar. Un último suspiro, el más profundo y estremecido, dejó sentir el último vestigio de alma, saliéndole en el tremor de una exhalación. Poco a poco. Con la mirada absorta y disipada quedó en el suelo de aquel baño, mirando por última vez los recuerdos de aquellos días en los que en el aire podía olerse cierto polen de felicidad, o al menos de alegría, como si intentara, ahora que ya era demasiado tarde, no olvidarlos nunca más.

viernes, 1 de junio de 2012

Plegarias para Bobby

¿Y si las luciérnagas se apagan para siempre?

Ayer decidí ver la película en casa. Digo "casa" por llamarla de alguna forma. Vi la película en casa. "Plegarias para Bobby". Y desde un comienzo sabía que la iba a ver solo. Solo. Solo a pesar de que ahí estaban mi padre, mi madre y mi hermano. Y no estaban. No conmigo, no a mi lado, no con un abrazo, no con una sonrisa. Y yo sigo creyendo en los cuentos. Sigo en el País del Nunca Jamás. Porque no quiero volver. Porque allí me siento a salvo. Sentí solo. Lloré solo. Me tragué las lágrimas, me esforcé por respirar, me convencí de que mi vida no dependía ya de mi familia. Porque mi familia no entiende y nunca entenderá. La gran excepción es mi hermana, mi mano salvadora, mi cable a tierra, esa mirada cómplice que me da motivos para no abandonar la guerra, para lucir mi uniforme de soldado valiente, para ser feliz. Mi hermana. Los demás son personajes sin rostro, desconocidos, palabras sin amor.
"Prefiero un hermano muerto que un hermano homosexual", atacan de un lado. "Prefiero una hija terrorista que una hija lesbiana", atacan del otro. "Prefiero un ladrón", otro golpe. "Prefiero un asesino", y otro. Entonces me planto ante el espejo, como hizo Bobby, y me pregunto qué sigue. "No, nunca podré dejar que nadie sepa que no soy heterosexual. Sería tan humillante. Mis amigos me odiarían. Incluso tal vez quieran darme una paliza. ¿Y mi familia? Los he oído a ellos y han dicho que odian a los homosexuales, y que aun Dios también odia a los homosexuales. Los homosexuales son malos, y Dios envía a los chicos malos al infierno. Realmente me asusta cuando hablan de mí." Palabras de un Bobby torturado, acorralado, acechado. El enemigo en su propia casa. Una casa vacía donde se siente o la hacen sentir enfermo, sucio, pecador, pervertido. Incluso Bobby, al borde del precipicio, atormentado por todos estos discursos destructivos, se los cree dominado por la desesperación. Pide su cura, pide su salvación. Pero no había nada que curar, no había nada que salvar. Demasiado tarde. Bobby ya había saltado del puente. Bobby ya había dicho adiós.
¿La homofobia en casa? ¿En nuestra propia casa? ¿Dios odia y castiga a los homosexuales? ¿Acaso Dios no es amor? ¿Entonces qué esperar del mundo? ¿De neonazis que torturan a un chico hasta su muerte sólo por ser homosexual? ¿De legisladores que, sentados plácidamente en su silla como si todo fuera bien, rechazan una Ley Antidiscriminatoria? ¡Nada está bien! ¡El mundo y la humanidad están mal! Con estos pasos vamos en la dirección equivocada y lo único que tenemos delante es el gigantesco abismo. La homofobia sigue cobrándose víctimas. Y los ojos de la mayoría, porque parece que continuamos hablando en términos de "mayoría" y "minoría", siguen vendados. ¡NO ES NORMAL! ¡NO ES NATURAL! ¡ES UNA ABERRACIÓN! ¡ES ENFERMEDAD, ES PECADO! ¡Y un chico se vuela la cabeza con un revólver! ¡Y otro se ahorca en su propia habitación! ¡Y otro se corta las venas hasta desangrarse! ¡Y otro salta de un puente a las ruedas de un camión! ¿HASTA CUÁNDO? ¿HASTA CUÁNDO, PAPÁ? ¿HASTA CUÁNDO, MAMÁ?
Si no me matan ustedes, me mata el mundo. ¿Habrá tiempo para lamentaciones, habrá tiempo para reconciliaciones cuando ya no esté con ustedes, cuando decida abandonarlos, cuando decida marcharme para descubrir qué se siente ser feliz? No. No habrá tiempo. No existen las absoluciones. No existen las redenciones. Existe el amor, aquí y ahora. Ese abrazo que falta, esa sonrisa que abriga. Un "contá conmigo". Un "aquí estoy, no temas". Tarde o temprano daré el paso definitivo y cruzaré la línea blanca. ¿Cuál es el destino? ¿La muerte? ¿Una nueva vida? ¿Mi verdadero hogar? Mi destino es lejos de aquí aunque me duela, aunque me parta el corazón. Lejos del odio, lejos de la incomprensión, lejos de la soledad. La familia no se elige, pero sí se eligen los buenos y grandes amigos que me esperan allí con los brazos abiertos. Bienvenido. Siempre. Amigos que viven en mí, amigos por los que mi vida está llena de amor.

"Antes de hacer eco de amén en tu hogar o en tu iglesia, piensa y recuerda. Un niño está escuchando."
(Mary Griffith)

viernes, 18 de mayo de 2012

Una vez más...


Una vez más estoy acá pendiente de tu recuerdo, esquivándote a cada segundo en mi memoria pero sin dejarte ir del todo... 

Una vez más me reducís a nada, me atrapas sin ni siquiera estar consciente de eso... 

Detesto que me perturbes de esa manera, no soporto reconocer lo débil que soy frente a tu imagen, tu voz, tus ojos, tu magnifico y horrendo ser, que me deja totalmente  enfermo emocionalmente y me destroza.
 
Lo que nunca voy a poder tolerar es que no me trates de la manera que yo quiero, como a mí me gustaría. Evidentemente yo en tu vida no soy lo que vos en la mía.  

Pero aun así te quiero y no te quiero olvidar.

Esa torpe manera de verlo todo distinto...

Lo sé, a veces mi cara dice otra cosa, a veces parece que voy más allá, pero no, yo quería quedarme más acá. Aunque no parezca soy mucho más simple. Hace mucho tuve que llorar para adentro y me olvide como se hacía para afuera, me olvide como uno tiene que secarse las lágrimas con los puños, me olvide con el paso de los días como es que se puede sonreir de verdad. Me olvide el mapa que lleva al tesoro, siempre todas las ciudades esconden un tesoro y nadie nunca lo sabe, alguna vez lo supe pero ya no, y pensé por dos minutos, mientras escuchaba mi silencio, que podía estar por acá nomás...

Realidad

El silencio lastima, nos deja reconocernos. Y a veces somos horribles.

Fue la ultima vez

No espero a nadie, esperar siempre duele.

jueves, 17 de mayo de 2012

Inconciencia

Soñar es tentador, porque en los sueños uno puede encontrar la felicidad. Por esa misma razón soñar es tan peligroso, porque en el fondo sé que esa felicidad es mentira.

lunes, 14 de mayo de 2012

Suspiro

Lo que buscaba era un suspiro, algo así como un silencio perfecto.

Mi pequeña crisis egoísta

Pudimos ser eternos.
Pudimos ser guerreros
en el mismo ejército.
Pudimos ser la sonrisa
que devuelve otra sonrisa.
Pudimos ser todos los abrazos
que se perdieron
en el vacío del tiempo.
Pudimos ser.
Pero no fuimos.
Ni fuimos. Ni somos. Ni seremos.
Sólo resta
encontrar la forma
de ocultar la cicatriz
por donde una vez
se unieron nuestros cuerpos.
Sólo tengo que aprender
a vivir con el dolor
de saber que sólo serás recuerdo
de lo que no pudimos ser,
de lo que serás sólo en mis sueños.

Religion

El amor,
en tiempos del populismo,
es la soja del psicoanálisis,
es el único que corre a la muerte por izquierda,
una mancha de fernet en la camisa,
un plagio de la soledad,
romperse los ligamentos cruzados,
esa disputa absurda,
la oferta y la demanda de lo que sabemos callar,
la tregua.

El amor,
en tiempos de la estética,
es la grasa trans del recuerdo,
irónico,
básico,
cínico,
es el sentimiento preferido de los hippies
y de los supermercados chinos,
la fuerza occidental que permite que
Romeo le revise el celular a Julieta.

El amor,
en tiempos de poner los huevos sobre la mesa,
es un GPS progre,
una Cindor en botellita de vidrio,
mi vieja volviendo del trabajo,
tu voz a la noche,
cerca,
lejos del pasado,
los años,
los celos,
-esa pose Greenpeace del amor-
tu abrazo,
el almacén abierto hasta las diez,
el latido a punto caramelo,
o la lágrima que cae,
como un emoticon de sal,
cuando se terminan ciertos libros,
esos sementales hermosos,
que te cogen y te dejan,
porque eso también nos toca,
porque eso también es parte,
y porque el amor,
esa religión llena de carne,
es así.

domingo, 13 de mayo de 2012

Otro jueves cobarde

 
 
 
 
 
 
 

Otra tarde como las demás
sin amores rotos de casualidad
otro jueves de esos que no se dejan besar. 

No eran las esquirlas del rencor,
eran telarañas en el corazón
una flor con lagañas
un desamor sin amor.

Hoy que no me encuentro la nariz.
Hoy que no me sale ni dormir
no le pongas miel a la verdad,
que si ando muerto es de tanto resucitar.

Otra tarde que no arde, esta tarde sin pasado mañana.
Otra tarde tan cobarde, esta tarde que no prueba manzanas.
Otro jueves que no sabe bajarse ni los pantalones.
Otro jueves que anda dando lástima por los rincones
de esta tarde en coma dos.

Otro jueves como los demás
demasiado martes,
demasiado igual.
Ni te declaro la guerra ni tú me firmas la paz. 

Y el planeta baila su gangrena,
y otra vez volvieron a embarrar la fiesta
los idiotas en celo
y las sopranos con tos.

Y hoy me quedo mudo para oír lo que nunca te supe decir.
No perfumes tanto la verdad
que si ando muerto es de tanto resucitar. 

viernes, 11 de mayo de 2012

Oruga


 Al principio la mariposa es fea. Se arrastra de una manera viscosa, pues deja un reguero de babas por doquier. Es frágil y ni siquiera conserva su nombre; de hecho la gente la tilda de oruga. ¡Bueno así se llama!

Dicen que cuando este insecto se encuentra en la primera fase de su vida, no para de llorar. Los que saben interpretar las señales de la naturaleza, aseguran que la mucosidad de su piel es sólo la huella de un corazón derretido por el desprecio.


Sin embargo, ese llanto es el inicio de una metamorfosis. En cada lágrima de la oruga hay un poema de ternura infinita. La humedad de sus ojos representa todo lo sublime que encierra el alma de este singular animal.


Y es que cuando el tiempo pasa, esa oruga se convierte en una mariposa, de bellos y brillantes colores; algunas de ellas son enigmáticas. Sin embargo, todas encierran una belleza desbordante.

Escultores













Somos como escultores,
constantemente tallando en los demás 
imágenes que
anhelamos, necesitamos o deseamos,
a menudo en contra de la realidad,
contra su beneficio, y siempre, al final,
un desengaño,
porque no se ajusta a ellos
.

sábado, 7 de abril de 2012

Metamorfósis




 Y entonces llegó el día,
cuando el riesgo de permanecer apretado
en un capullo era más doloroso
que el riesgo que corría por florecer.

sábado, 18 de febrero de 2012

Soledad















La soledad, es la mejor de todas la compañías, no critica, no pelea, no ama y nunca odia; es silenciosa, discreta y siempre comprensiva y desde ella, desde esa amante solitaria es que podemos ver que la vida de los demás no siempre es la mejor ya que ni los amigos ni la sociedad componen la verdadera felicidad.

En la soledad esta todo permitido.

Ignorancia













Lo único que debemos saber es que no sabemos todo, y que mas allá de nuestros pasos existen muchos universos y vidas que pocos ojos ven, pocos corazones sienten, y aun menos seres lo aceptan. Ser humildes y reconocer que siempre hay un paso mas es lo que nos lleva a simplemente desear vivir.

Amor



 Amor es cuando él te hace derramar lágrimas, y aún así lo seguis queriendo. Es cuando él te ignora y aún así lo seguis amando. Es cuando él ama a otro chico, pero aún así sonreís y le decís: "Yo soy feliz por vos", cuando lo único que te provoca son ganas de llorar.

Diversión







No pretendo ser un gran artista, pero a veces es divertido fingir que si.

Comprension



Nadie puede entender perfectamente a otra persona, ya es bastante difícil entenderse a uno mismo, tal vez por eso la vida es tan interesante. Existen tantas verdades como personas.

Frio/Frágil






Los corazones más frios tambien son los más frágiles.

jueves, 26 de enero de 2012

Mariposa



La felicidad es como una mariposa que,
cuando se la persigue,
siempre esta fuera de nuestro alcance:
pero si te paras y te sientas en silencio,
podría posarse encima de ti.

sábado, 21 de enero de 2012

Naturopatía: la medicina de la naturaleza


 La Naturopatía, o medicina natural, se basa en la correcta utilización de los recursos salutíferos que con gran generosidad nos ofrece la Naturaleza, a todos los seres humanos sin distinción de nivel económico, sexo, edad, ni creencias.


 El Naturismo es una filosofía o forma de vivir que se basa en el amor a la Naturaleza, siguiendo las normas de conducta que del estudio de la misma se desprenden.

En estrecho contacto con los elementos naturales no contaminados (aire, agua, sol, tierra, vegetales), el naturista asegura su salud y bienestar durante el transcurso del ciclo vital que la Naturaleza ha determinado para el ser humano, que se estima por sobre de los 120 años, según estudios antropológicos.

Si esta actitud se interrumpe con actividades antinaturales, entonces aparecen en primer lugar los avisos que nos manda para que se cambie la manera de vivir (dolor, malestar, estreñimiento, fiebre, vómitos, mareos, obesidad, disnea, etcétera). Si tales avisos no se atienden, y en lugar de rectificar y suprimir la causa, sólo se suprimen o disimulan los síntomas, más o menos rápidamente se produce el deterioro de uno o varios órganos vitales, para finalizar con una muerte prematura, después de un periodo más o menos largo de intensificación de los síntomas de advertencia antes citados.

Esto viene produciéndose desde que existe el ser humano pero al parecer muchos aún no han comprendido el mensaje. Para los que equivocados por ignorancia o por error, están aún a tiempo de rectificar habiendo ya recibido serios avisos de la Naturaleza, está la Medicina Natural o Naturopatía.

La Naturopatía se basa en la correcta utilización de los recursos salutíferos que con gran generosidad nos ofrece la Naturaleza, a todos los seres humanos sin distinción de nivel económico, sexo, edad, creencias, etcétera.

Aire, agua, sol, arcilla, oligoelementos y minerales, frutas y plantas medicinales y alimenticias, están disponibles para todos quienes sepan utilizarlas correctamente y con el respeto que se merece la Naturaleza, patrimonio de todos.

La Naturaleza es claro ejemplo de equilibrio y de regularidad. Estas mismas cualidades son las que se requieren para conservar y recuperar la salud física y mental. Equilibrio y regularidad se pueden admirar desde el infinito Cosmos hasta en la más diminuta partícula o átomo, incluyendo todas las manifestaciones de la vida vegetal o animal, y especialmente en el ser humano sano.

Como en todos los seres vivientes, la salud del ser humano depende en gran parte de su nutrición, que es lo que le proporciona los materiales para su formación y conservación (prótidos), energía para su funcionamiento (glúcidos) y reservas energéticas lípidos), todos ellos abundantes en la Naturaleza en condiciones fácilmente asequibles para quienes saben vivir en estilo naturista.

Si la nutrición natural del cuerpo es importante, aún más lo son la nutrición de la mente y el espíritu, en las que el amor a todos los seres vivientes y la autoestima personal, se alimentan con la contemplación serena de la Naturaleza, la meditación, la relajación, el yoga, la lectura, el arte, el diálogo, etcétera.

Precisamente en la nutrición de todos los seres vivos es en donde con mayor evidencia se pone de relieve la gran importancia que tienen el equilibrio y la regularidad.

Una nutrición desequilibrada o irregular produce en primer lugar carencias, y por lo tanto perdida de la salud. El cuerpo lo acusa mediante señales bien claras y conocidas, pero muchas personas hacen caso omiso de ellas, y por un momentáneo placer o desgraciadamente por ignorancia, persisten en su error hasta que se declara la enfermedad.

Para combatirla, en primer lugar es indispensable averiguar su causa mediante la ayuda de un profesional experimentado, y naturalmente no repetir el error, y cambiar de conducta. Es totalmente incorrecta la idea de que es posible persistir en errores de condución de nuestro cuerpo y pretender compensarlos o atenuarlos con productos ajenos a la Naturaleza y a sus reglas de conducta. La Naturaleza siempre factura cuando se la intenta burlar.

El siguiente paso a recuperar la salud es desintoxicar el cuerpo y la mente, ya que la enfermedad es siempre el aspecto visible de una intoxicación producida por la acumulación de errores.

La Naturopatía tiene una gran variedad de técnicas de desintoxicación de nivel físico que van desde la dieta o el ayuno bien dirigido, curas de zumos de frutas o verduras biológicas hasta los lavados colónicos o las saunas. En el nivel mental, podemos mencionar la lectura, el estudio y la participación activa en actividades culturales y sociales de tipo naturista y ecológico. Son técnicas que deben ser dirigidas por un profesional experimentado y que si se siguen correctamente dan resultados que frecuentemente son muy positivos, casi milagrosos.

Finalmente, la tercera y última etapa para la recuperación de la salud es la revitalización mediante la alimentación con frutas, verduras y cereales de origen biológico y si es preciso los suplementos dietéticos adecuados, conjuntamente con un sistema de vida que incluya ejercicios al aire libre y una nueva actitud mental frente a todas las situaciones de la vida, en la que sin duda prevalecerá el optimismo, la paz mental, la confianza y la creatividad.

La Naturopatía tiene unas características que la hacen especialmente recomendable:

1 ) No es agresiva y el cuerpo humano la acepta sin dolor y sin rechzos.

2) Utiliza productos que nos ofrece generosamente la Naturaleza y por lo tanto está al alcance de todo el mundo.

3) Su aplicación no ha requerido nunca experimentos con torturas a animales, ni produce problemas de contaminación del medio ambiente.

4) Lleva empleándose desde hace miles de años, de forma que en la actualidad es muy difícil que con su empleo se produzcan sorpresas desagradables y aún menos de consecuencias fatales.

5) En muchas ocasiones se transmite de generación en generación por personas que se aman entre sí.

6) Es de aplicación muy sencilla, de forma que su empleo se aprende y comprende sin dificultad y en plazo breve.

7) Aun cuando su aplicación es por lo general agradable, no produce adicción ni crea hábitos perjudiciales.

8) Su sencillez hace posible en la mayoría de los casos la autoaplicación por el propio paciente.

9) No requiere aparatos ni herramientas ni productos comerciales, de forma que está constantemente y en todo lugar a disposición de quien la necesite.

10) Cuanto más complejo es un producto, mayor riesgo hay de que en su proceso de obtención o distribución ocurra un error o un fraude o interfieran intereses económicos en cascada con finalidades puramente lucrativas. En los productos que nos ofrece la Naturaleza, este riesgo es tanto menor cuanto más natural es el producto, y en muchas ocasiones puede ser obtenido directamente por el propio usuario, siempre y cuando tenga los conocimientos adecuados.

Por todo lo expuesto no hay duda de que el Naturismo es la forma de vida que asegura al ser humano un largo ciclo vital en feliz bienestar físico y mental, y que la Naturopatía es la medicina del futuro.

miércoles, 11 de enero de 2012

Bosque



Sin duda soy yo un bosque y una noche de árboles oscuros: sin embargo, quien no tenga miedo de mi oscuridad encontrará también taludes de rosas debajo de mis cipreses.