- Apenas sé, señor, lo que soy en este momento... Sí sé quién era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces.
- ¿Qué quieres decir con eso? -preguntó la Oruga con severidad-. ¡A ver si te aclaras contigo misma!
- Temo que no puedo aclarar nada conmigo misma, señor -dijo Alicia-, porque yo no soy yo misma, ya lo ve.
- No veo nada -protestó la Oruga.
~La Oruga a Alicia, Alicia en el país de las maravillas.~
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- ¿Sabes? ¡Yo también pensaba que los unicornios eran monstruos fabulosos! ¡No había visto hasta ahora uno vivo!
- Bueno, ahora que los dos nos hemos visto mutuamente -dijo el unicornio- si tú crees en mi, yo creeré en ti.
~El Unicornio a Alicia, Al otro lado del espejo.~
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- Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca.
- Oh, eso no lo puedes evitar. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
- ¿Cómo sabes que yo estoy loca?
- Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.
~El Sombrerero a Alicia, Alicia en el país de las maravillas.~